Muchas veces los hombres se sienten rechazados porque su pareja no quiere mantener relaciones sexuales en el momento en que ellos quieren. Pero esta situación es parte de la vida cotidiana, especialmente en las parejas que conviven.
Sin embargo, pueden haber factores que hacen que las féminas pierdan el deseo sexual como la depresión y el estrés.
El estado depresivo en una persona puede inhibir las ganas. Más aún además hay que tener en cuenta que los medicamentos que se suministran en estos casos afectan también el apetito sexual.
También el estrés y el cansancio propios del trabajo y de la crianza de los hijos hacen perder el interés por el sexo. Sin olvidar que muchas personas pasan tantas horas fuera de casa que no tienen demasiado tiempo para su pareja.
Ahora bien, este problema puede derivar en la infidelidad. Muchos hombres creen que si su pareja no le apetece hacer el amor pueden buscar alguna aventura ocasional, pero esa no es la solución. Al final, se dará cuenta de que aminoran su deseo sexual.
La solución es conversar y comprender que no todos los días hay ánimos para tener intimidad por una serie de circunstancias. Aprenda a ponerse en los zapatos del otro.
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