Así como mantener la erección es una de las principales preocupaciones sexuales de los hombres, la buena noticia es que hay formas no sólo de mantenerlo erecto, sino de aumentar el placer durante el coito y no hablamos de pastillas o del viagra, se trata de ejercicios y otras yerbas.
El puro y simple orgasmo dado por obra y gracia de la naturaleza es rico, pero puede perfeccionarse: siempre se puede más y mejor. Hay formas de ejercitar ciertos músculos que pueden intensificar el placer o, simplemente, hacerlo mejor y con más variantes.
El músculo pubococcígeo, así se llama, es la clave para orgasmos y eyaculaciones poderosas, placenteras y contundentes. Para tonificarlo se requiere de algo conocido como ejercicio de Kegel, el mismo que se recomienda a las mujeres con control débil de la vejiga y que también le sirve a ellas para mejorar sus orgasmos. La correspondencia no es casual, de hecho el mismo músculo es vital en hombres y mujeres.
La maravilla en cuestión es simple, pero hay que ubicarlo primero y eso se hace aprendiendo a contraer el músculo deteniendo el flujo de orina en mitad del chorro, de esta manera verá cómo se siente cuando él se contrae por esfuerzo propio. Una vez detectado puede contraerlo a voluntad en cualquier lugar, en cualquier momento: sentado en su escritorio, manejando el auto, donde sea.
Como hablamos de un músculo que al excederse en la práctica se fatiga porque está fuera de estado o inútil, de la misma forma notará después de ejercitarlo que puede mantener las contracciones más y más tiempo, y que éstas serán cada vez más poderosas.
El control y fortaleza de los músculos pubococcígeos aumenta el placer durante la erección, porque incrementa el volumen de sangre en el pene y la presión en las áreas sensibles de la cabeza de éste. También permite, en función del grado de control, retener la erección después de eyacular, y continuar el coito.
Prolongar el placer es un beneficioso ritual que vale la pena introducir a la hora de tener sexo. Honre el momento con luces suaves, música dulce, velas, masajes, flores, perfume, usted agregue lo que le guste, y concéntrese en lo que está haciendo, dedíquele atención y tiempo al sexo.
Una manera de concentrarse mutuamente es sincronizar las respiraciones, eso ayuda a establecer una conexión entre ambos. A ese punto de unión sume luego el contacto físico y amoroso.
Penetrar y quedarse quieto. Establecer y mantener el contacto visual con su pareja por largos períodos de tiempo mientras hace el amor también es una buena alternativa.
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